No es sólo el buen tiempo que nos hizo, ni tampoco la tranquilidad de ser un sábado o el redescubrir los pueblos de Santa Lucía o San Bartolomé de Tirajana después de años sin visitarlos. No es sólo el paseo por el barranco de El Canalizo con agua corriendo; el picnic en una casa cueva con vistas a la presa de Chira o la tarde ya avanzada en el Área Recreativa de Ermita Santiago. Sucede que nos aventuramos a subir a lo alto de la Montaña de Santiago y descubrimos una de las vistas más impresionantes de nuestra isla. No es una exageración. El ascenso a este pequeño motículo creo que es obligado para los que quieran contemplar nuestras tres grandes presas en todo su esplendor. Que nos disculpen los/as que ya lo sabían, pero, en este momento de reboso general de las presas de Chira, Soria y Las Niñas, este lugar cobra una dimensión que no tenía hasta ahora.
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